Eva Bellido // Oropesa
Más de un centenar de personas fueron testigos el jueves del regreso al mar de una tortuga boba recuperada de casi 100 kilos en la playa nudista de Orpesa, junto a Platgetes de Bellver y la Torre Colomera.
Miembros de las fundaciones Oceanogràfic y Azul Marino soltaron este ejemplar en una jornada de divulgación y conservación, en la que los voluntarios también limpiaron la franja de bosque colindante y la playa de plásticos, vidrio y colillas.
Esta es la primera acción conjunta tras la firma de un acuerdo por el que ambas fundaciones se apoyarán y colaborarán en diferentes ámbitos y tareas. Y es que muy cerca de ahí es donde se construirá el Centro de Interpretación del Mediterráneo.
Capturada dos veces accidentalmente
La tortuga (Caretta caretta), de 87 centímetros de longitud y clasificada como la más grande de las registradas en el Arca del Mar del Oceanogràfic, fue bautizada como Colomera, como referencia a la característica Torre Colomera que, para vigilar la costa ante los ataques de piratas berberiscos, se construyó a partir del siglo XVI en un promontorio, a escasos metros del lugar de la suelta.
Y volvió al mar por tercera vez. Se trata de un ejemplar que ha sido capturado accidentalmente en dos ocasiones por pesca de arrastre y en las dos ha pasado por el hospital del mar de la Fundación Oceanogràfic, gracias al aviso al 112 de los pescadores, activando así la Red de Varamientos de la Comunitat Valenciana.
La primera vez fue en diciembre de 2015, en Benicarló, con síntomas de embolia gaseosa y una vez curada fue devuelta al mar en abril de 2016.Curiosamente, volvió a ser capturada.
Gracias a la colaboración de la embarcación Arrecife de Burriana, pudo ingresar a principios de 2019 de nuevo en el ARCA del Mar, donde después de las preceptivas pruebas le fue descubierto un anzuelo alojado en su esófago, que le fue extraído y del que se ha recuperado plenamente hasta obtener la condición necesaria para volver al mar.
Seguirán sus movimientos
En ese tiempo, y dada la singularidad de este quelonio, se ha aprovechado la oportunidad para incluirla en dos proyectos de investigación en el Oceanogràfic. Como quiera que se encontraba en condiciones óptimas para la reproducción, se ha monitorizado la fisiología reproductora del animal durante su estancia en el centro de recuperación mediante ecografías y estudios hormonales.
Los resultados obtenidos han sido de gran valor para los investigadores, ya que existe un gran desconocimiento sobre la reproducción de esas especies y puede servir de referencia para entender lo que está pasando en las costas españolas donde aparentemente se está viviendo un proceso de colonización por esta especie.
Igualmente, Colomera ha participado en otro estudio de la Fundación Oceanográfic sobre monitorización del movimiento y patrones biológicos de esta especie gracias al uso de sensores de movimiento colocados en su caparazón para ampliar el conocimiento de estas esquivas especies.
La tortuga lleva instalados unas marcas metálicas identificativas y un microchip con los que, en caso de ser capturada de nuevo o contactar con alguna institución, se podrá conocer su identidad y las referencias de su estancia en la Fundación Oceanográfic.
Además, y de una forma especial, se le ha colocado en su caparazón un sistema de seguimiento satélite, gracias al cual se podrá hacer un seguimiento constante de su singladura por el mar y reportará valiosa información sobre aspectos importantes para la conservación de esta especie como su demografía, movimientos o las amenazas globales que la afectan.
Limpieza de la playa
Antes de la suelta de Colomera, más de cincuenta voluntarios, organizados por personal de la Fundación Azul Marino y Fundación Oceanogràfic, procedieron a limpiar la franja de la playa. Se ha procedido de una forma sistemática con pautas de recogida y selección previamente establecidas para este tipo de actividad con el fin de clasificar los residuos encontrados.
Los voluntarios, preferentemente de grupos familiares e infantiles y altamente concienciados con la necesaria limpieza del entorno marino, han logrado retirar una cantidad considerable de residuos entre los que se encontraban, en general, envases ligeros, sobre todo de materiales plásticos, y muchos restos punzantes de botellas y vidrio.
Las colillas han sido un factor predominante, si bien, al contrario de lo que es habitual en este tipo de limpiezas se han encontrado pocos bastoncillos de los oídos.
El acto contó con la presencia de la presidenta de la Fundación Oceanogràfic, Celia Calabuig; el director de Azul Marino (responsable del futuro Centro de Interpretación del Mediterráneo), Juan Antonio Romero; la primera teniente de alcalde del Ayuntamiento de Orpesa, Araceli de Moya, así como el conocido escritor y miembro de la Fundación Aguas de València, Ferran Torrent, que ejerció como padrino en la suelta de la tortuga, que generó mucha expectación en la zona durante la jornada.