La Trobà d’Orpesa clausuró el domingo su XXIII edición con un balance muy positivo que demuestra una vez más el éxito de esta feria de oficios, costumbres y productos artesanales que ha recibido en sus cuatro días de celebración más de 35.000 visitas. Y es que en algunas de las jornadas era incluso difícil poder pasear por algunas de las calles del amplio recinto, con más de 200 casetas este año.
La programación del último día estuvo repleta de actividades para todas las edades, reforzando el carácter familiar, cultural y participativo que define esta muestra, ya consolidada como una cita imprescindible en el calendario y, más aún, desde que fue declarada fiesta de interés turístico provincial.
Desde primera hora, el recinto acogió talleres demostrativos, pasacalles, juegos tradicionales y recreaciones costumbristas que mantuvieron viva la esencia de la feria. Entre las propuestas más destacadas, brillaron el desfile de la Tortuga d’Ontinyent, la actuación en el escenario principal del Grup Alimara de València, y la tradicional paella monumental gratuita, que reunió a más de 600 personas en un ambiente muy festivo y de convivencia.

Por la tarde, la feria siguió sorprendiendo al público con nuevas recreaciones a cargo de la compañía Projecte Caravana, talleres de cerámica y piruletas artesanas, y el colorido pasacalle del Grupo Folklórico de Mahora (Albacete), que fue muy aplaudido por todos los asistentes. A las 21.00 horas se dio por clausurada esta XXIII edición.
La alcaldesa de Orpesa, Araceli De Moya, quiso destacar en sus palabras ayer a modo de balance que «esta Trobà ha sido un reflejo de lo que somos, un pueblo que honra sus raíces, que sabe acoger y que apuesta por la cultura y el trabajo colectivo. Nos sentimos muy orgullosos de haber reunido a tantas personas para compartir lo mejor de nuestra identidad».
Con una asistencia multitudinaria durante los cuatro días que duró este encuentro, la Trobà 2025 se despide con un balance muy positivo, consolidándose como una feria viva, integradora y cada vez más valorada tanto por el público local como por quienes visitan el municipio en estas fechas, reafirmando así su título de fiesta de interés turístico provincial.
Homenajes
El viernes se celebró la entrega de premios a las mejores casetas, reconociendo la labor de los artesanos de la forja Hermanos Sales Rubio y de la Asociación de Amas de Casa Orobexa de Orpesa. Además, se rindió homenaje a los Trobadores ilustres 2025, Paco Carreter y Encarnita Pichastor, en un acto emotivo que puso en valor el legado oral y cultural del municipio. El desfile del carnaval gallego de Vilaboa y la música de la Ronda L’Antina completaron una jornada especialmente festiva.
El sábado, las calles del casco antiguo vibraron con nuevas escenas teatrales que evocaban el trabajo en el campo, el espectacular Ball de Galeres de Valls (Tarragona) y un pasacalle solidario en homenaje a los municipios afectados por la Dana de octubre del 2024, en el que participaron representantes de diversas comarcas.



