La desaladora de Orpesa-Cabanes interrumpe temporalmente el suministro de agua por estar desarrollando tareas de mantenimiento. Los trabajos empezaron el martes y se realizarán hasta el próximo 12 de marzo, según informó el Ayuntamiento de Orpesa, a través de la Concejalía de Urbanismo.
La alcaldesa de la localidad, Araceli de Moya, señaló que durante este periodo el agua que llegará a las casas del municipio será, por tanto, 100% de los pozos. Además, desde el consistorio puntualizaron que el cambio será apreciable en el sabor, ya que «aumentará considerablemente la dureza y el contenido en sodio».
Normalmente, todas las viviendas del término municipal de Orpesa reciben ya agua 100% desalada, a excepción de las localizadas en las urbanizaciones de la zona sur, como son Torre Bellver, Platgetes y La Colomera. Las casas de este distrito del municipio se suministran de la localidad vecina de Benicàssim, que está ofreciendo una mezcla entre agua desalada y la existente en sus pozos.
De Moya sigue insistiendo en su reivindicación de que sea el Gobierno central el que se encargue de pagar los gastos derivados de la construcción de la planta desaladora, que según el convenio que se firmó en su día deben asumir los tres municipios beneficiarios inicialmente del agua, Benicàssim, Orpesa y Cabanes.
Los alcaldes siempre han defendido que debe ser el Estado el que sufrague este coste millonario, al entender que el agua es un bien de interés general y argumentando que el Gobierno sí ha financiado desaladoras de otras comunidades autónomas.
«Hemos pedido la prórroga de tres años del contrato con Acuamed, que finaliza en julio», declaró la alcaldesa de Orpesa. El pago de la obra supondría alrededor de un millón durante casi 20 años para cada municipio. De Moya confía en que más poblaciones con necesidades se adhieran, como Torreblanca o municipios de interior.