EVA BELLIDO
Orpesa empezará el año con nuevo presupuesto. Ascenderá a 21,282 millones, 356.800 euros menos que el cálculo económico vigente, el del 2023. Un pleno extraordinario ratificó este lunes por la mañana el montante, con los votos a favor del tripartito (Partido Popular, Ciudadanos y Vox), y en contra del PSPV y Compromís. La alcaldesa, Araceli de Moya (Cs), explicó que «son unas cuentas continuistas, equilibradas entre ingresos y gastos, y más reales».
El capítulo de inversiones reales contempla para el nuevo ejercicio 1.193.960 euros, que se emplearán prácticamente en su totalidad en ejecutar las obras de canalización del agua potable para conectar las urbanizaciones del sur con los depósitos del casco urbano. Una actuación muy importante para desbloquear el desarrollo urbanístico del municipio.
El montante también incluye una pequeña partida para culminar la urbanización de la segunda fase del polígono industrial de La Catalaneta. Aunque el dinero para inversiones del presupuesto ordinario disminuye en alrededor de 800.000 euros respecto al del 2023, por la merma de ingresos. Esto se compensará con la fuerte inyección de fondos de otras administraciones que recibirá el municipio gracias a la obtención de diversas ayudas solicitadas. Y es que la localidad ha logrado alrededor de cuatro millones para llevar a cabo inversiones para la ciudad, según destacó de Moya, en materia de sostenibilidad turística, el proyecto del nuevo centro médico, mejora de la senda de los Elefantes y un mirador en la Torre del Rey, entre otros.
Además, el consistorio sigue reservando varios millones en el área de Patrimonio Municipal del Suelo (PMS) para la construcción del polideportivo con piscina, pendiente en los últimos años, y cuenta con unos remanentes de alrededor de 20 millones de euros, que servirán para ir complementando partidas en los próximos meses.
Una de las prioridades marcadas será hacer «un gran esfuerzo para dotar de personal todas las plazas vacantes, que son muchas», indicó de Moya. Al respecto, el vicealcalde, Rafael Albert (PP), remarcó que «tenemos un 30% de plazas libres y hay que cubrirlas para contar con los funcionarios suficientes». Y manifestó que «hemos procurado adaptar los presupuestos a la realidad, tanto en los compromisos adquiridos como en los ingresos, que han bajado».
Además, «hemos subido el salario de todos los trabajadores del Ayuntamiento, con un incremento del 2% para toda la plantilla», remarcó De Moya,
Críticas de la oposición
El PSPV mostró su rechazo a la aprobación de las cuentas propuestas por el tripartito conformado por Araceli de Moya, Vox y PP “porque priorizan el bienestar de los políticos en detrimento de las necesidades de la ciudadanía”. Así de contundente se ha mostrado la portavoz socialista, Maria Jiménez, tras la celebración del pleno de presupuestos, que han salido adelante con los votos a favor de las tres patas del gobierno.
La líder de la oposición, María Jiménez afeó al binomio Araceli de Moya y Rafael Albert “la falta de un proyecto claro” para Orpesa, que se traduce en unas cuentas “a la baja” con notables recortes en partidas destinadas a la promoción económica, el turismo y la cultura, sectores fundamentales para el desarrollo de la localidad costera. “Para 2024 solo contempla un único proyecto con el sello distintivo del tripartito, el aumento del 70% en la partida dedicada a los sueldos del equipo de gobierno”. La mayoría de iniciativas que verán la luz en los próximos años “son las que los y las socialistas pusimos las bases, como la conexión de la red de agua potable con las urbanizaciones del sur, la finalización de la fase II del polígono industrial y el despliegue del plan de sostenibilidad turística con fondos europeos”.
“Lo que la gente de Orpesa pide son ganas de trabajo, y es precisamente eso lo que exigimos al equipo de gobierno. Son ideas, proyectos y buenas prácticas, no subidas de sueldo sin ningún tipo de justificación”, afirmó.
De Moya aclaró al respecto que la subida a la que hizo referencia Jiménez responde al aumento de personal que corresponde al Ayuntamiento por ley ante el incremento registrado de la población, aparte de la actualización del IPC, y lamentó la «manipulación de la información, una vez más». «Hemos pasado de uno a dos puestos de confianza y de 13 a 17 concejales en toda la corporación, además el equipo de gobierno también está formado ahora por nueve ediles en lugar de siete, y por ello la partida de los sueldos es mayor», explicó.
La líder del PSPV, María Jiménez, también criticó el «proceder del gobierno municipal y las malas formas del concejal de Hacienda y futuro alcalde del PP, Rafael Albert», a quien responsabiliza de «acallar la voz de la oposición durante el proceso de elaboración de los presupuestos». “Por primera vez en la historia democrática de Orpesa, el gobierno municipal ha aprobado las cuentas en sesión plenaria urgente y extraordinaria, sin convocar previamente la comisión informativa pertinente y con la documentación en nuestras manos a ultimísima hora”. Con esta actitud “de claro ninguneo se nos ha hecho imposible revisar al detalle las partidas y mucho menos hacer consultas técnicas o aportar propuestas»,lamentó la portavoz socialista. «Pedimos más respeto, porque Orpesa nos hizo ganar las elecciones y creemos que no se nos puede hacer tanto de menos. Venimos a sumar con ideas y lealtad institucional, pero así es imposible trabajar”.
En cuanto a estas acusaciones, de Moya argumentó que en la balanza «hemos primado que el presupuesto esté en vigor el 2 de enero». «Es fundamental porque es la manera de asegurar que los autónomos y pequeñas empresas que trabajan para el Ayuntamiento cobren los antes posible sus facturas y no vean frenada su actividad económica por tardar en ponerlos en marcha y así poder regularizar la situación que estamos viviendo, que tras las elecciones y con el cambio de legislatura nos hemos encontrado muchas facturas pendientes».
Por su parte, Albert argumentó que, de todas formas, «se les dio el jueves por la tarde, han tenido el viernes y todo el fin de semana para revisarlo bien antes del pleno, además son muy parecidos a los anteriores, pero adaptados a la realidad, ya que se han reducido los ingresos».