Redacción // Oropesa
La famosa escultura de la Sirenita de la playa de la Concha de Oropesa se ha quedado sin la cola, al parecer, por un accidente.
La estatua apareció así hace unos días, con la parte de abajo cortada y en el suelo, después de haber sido restaurada y colocada precisamente hace apenas medio año.
El suceso ha levantado la indignación de los vecinos, ya que en un primer momento se pensó que se podía tratar de un ataque vandálico.
No obstante, desde el Ayuntamiento, la alcaldesa, Araceli de Moya, aclara que todo indica que las causas parecen ser accidentales y que probablemente se haya producido el incidente de forma no intencionada por alguna furgoneta o camión que no haya calculado bien la distancia en alguna maniobra de circulación.
Y es que, según han detectado, en el lugar «se aprecian marcas de haber pasado una rueda ancha», señala la munícipe.
La escultura apareció así justo después del incendio que se produjo en un bazar chino en las proximidades, al que acudieron diversos camiones de bomberos para extinguir el fuego. Pero, tras realizar las preguntas oportunas, se ha descartado que estos fueran los causantes.
Afortunadamente, el corte que presenta podrá ser restaurado con facilidad «porque se ha partido por la junta de soldadura, por lo que van a soldar y solucionarlo», declara de Moya.
Por su parte, la concejala de Urbanismo, María Jiménez, indica que desde el consistorio se va a proceder a su reparación. En esta ocasión, «no será necesario llevarla a Madrid porque solo es una parte», manifiesta.
Se da la casualidad de que recientemente esta escultura fue enviada al taller en la capital del artista, Manuel López, para proceder a su rehabilitación, debido a su deterioro después de 40 años en este emplazamiento junto a la costa.
Se trata de la primera estatua con la que contó el municipio y forma parte del museo al aire libre de la localidad. Fue creada en 1979 y se ha convertido en uno de los símbolos más característicos de Oropesa.