SUCESOS Violencia doméstica
La violencia doméstica conmociona Oropesa
Un hombre de nacionalidad ucraniana, vecino de Orpesa y de 38 años de edad, acuchilló la madrugada del pasado martes a su mujer, de 37 y también ucraniana, e intentó después suicidarse, en torno a las 00.30 horas. Los hechos sucedieron en la calle Goya de la localidad, en una segunda planta junto al bar Zamorano, y con los dos hijos en casa, de 14 y 8 años, que no resultaron afectados, según informaron desde la Policía Local de Orpesa.
Un nuevo caso de violencia doméstica en Castellón que sigue a la tragedia acaecida en Vila-real que tanto ha conmocionado a la provincia, aunque en este caso ambos permanecen ingresados en el Hospital General de Castellón, tras ser trasladados por el Samu con pronóstico reservado, según fuentes hospitalarias. La alarma saltó cuando el hijo mayor dio el aviso llamando al 112 sobre los hechos, movilizándose hasta el piso dotaciones de Guardia Civil, Policía Local, bomberos y Samu, que se encontraron al entrar al domicilio al matrimonio desvanecido en el suelo de su habitación en un charco de sangre, según señalaron fuentes policiales.
El hombre permanece ingresado y detenido por la Guardia Civil por un supuesto delito de violencia de género, desde Subdelegación del Gobierno anunciaron que ambos se encontraban ayer fuera de peligro y que continuaban ingresados en el mismo centro hospitalario. El supuesto agresor será custodiado por la Guardia Civil y pasará a disposición judicial del juzgado de guardia de Castellón cuando sea posible concluir las diligencias. Subdelegación del Gobierno también señaló constar tres denuncias previas en este nuevo caso de violencia de género, dos de la mujer que no ratificó y una del hijo, que tampoco fue ratificada. Mientras desde la Policía Local indicaron que sí se había actuado en el domicilio en alguna ocasión anterior.
El alcalde de Orpesa, Rafael Albert, mostró su condolencia por los terribles hechos sucedidos en la localidad y explicó que los niños han sido “trasladados a un centro tutelado por preinscripción médica para que les dieran ayuda psicológica”.
Juan Carlos Rodríguez, gerente de la cafetería Zamorano y vecino del matrimonio afectado en el suceso, pues vive en la cuarta planta del mismo portal, explicaba que no daba crédito de lo sucedido, pues parecía una «familia normal» y nunca había presenciado ni escuchado «ni fuertes discusiones ni nada». «Suelen venir a tomar café», indicó. Ambos han trabajado anteriormente para Marina d’Or, según señalaba este vecino.