Eva Bellido // Orpesa
El Ayuntamiento de Orpesa califica de «necesarias» las fumigaciones aéreas en el término municipal para combatir la proliferación de mosquitos en la albufera, la zona protegida comprendida entre las playas Morro de Gos y les Amplàries. Y es que los dípteros causan problemas entre los vecinos cercanos y este se ha convertido en un asunto de salud.
Así lo manifiesta el segundo teniente de alcalde y concejal delegado de Sanidad, Tomás Fabregat, quien considera que debería hacerse como en el Prat de Cabanes, donde la semana pasada se intervino con un helicóptero. El edil argumenta que, en superficies de grandes dimensiones como esta, con más de 600.000 m2, «la única alternativa son las actuaciones de este tipo u otras más contundentes, pero si Medio Ambiente no lo permite, acabar con los insectos es difícil», señala.
PROTOCOLO // La fumigación habitual en espacios tan densos como este, con un sistema terrestre, «no está siendo eficaz», lamenta. Fabregat muestra también su preocupación porque estos insectos puedan transmitir enfermedades y afectar a las personas, con lo que se reafirma en la importancia que desde las autoridades sanitarias se planteen que «no son suficientes las medidas en marcha». «Se deben estudiar otras actuaciones técnicas que no conlleven problemas para la salud humana y de protección medioambiental, pero que pongan fin a las larvas», dice.
El consistorio mantiene un contrato con una empresa que realiza tratamientos y fumigaciones para minimizar la proliferación de mosquitos. «Están siguiendo el protocolo que marcan las normas», matiza el edil.
En el caso de Orpesa, Fabregat añade que estos terrenos de la albufera «son privados», por lo que habrá que estudiar bien cómo se puede hacer la actuación.
Algunos de los vecinos afectados han ido trasladando sus quejas al Ayuntamiento. Como manifiestan también a este periódico: «Hay muchos mosquitos y nos están acribillando». E indican que, al parecer, «se forman unas charcas que están provocando que se reproduzcan con gran facilidad». Por ello, piden acciones contundentes con urgencia, al ser una problemática que afecta tanto a los vecinos de la localidad como a los veraneantes. Muchos de ellos pasan sus vacaciones en los hoteles y cámpings del municipio, algunos, localizados muy próximos a este zona.
Según explican otros damnificados, «en los últimos veranos ha sido realmente molesta la cantidad de mosquitos y las picaduras que te llevas cada día». «Es una lástima no poder gozar como antes de estos paisajes y de la naturaleza», añaden para concluir.