Orpesa trasladará el skatepark de la urbanización El Balcó a otra ubicación más idónea que no cause molestias vecinales. La instalación, pese a ser de reciente creación, lleva cerrada durante todo el invierno a raíz de las quejas presentadas por los residentes de la zona por el ruido que ocasiona.
La alcaldesa, Araceli de Moya, explica que actualmente se está estudiando el mejor emplazamiento para este skatepark, ya que el objetivo es que los aficionados puedan seguir practicando este deporte, pero que se pueda conciliar con los vecinos. «Pedimos un poco de paciencia, se va a trasladar y se abrirá, no les vamos a dejar sin poder practicar este deporte, pero hay que buscar un lugar definitivo que no moleste a nadie», según asegura la munícipe.
Y es que el cierre de este espacio ha levantado algunas críticas de padres de jóvenes que solían frecuentarlo con asiduidad, que reivindican que vuelvan a abrirse estas instalaciones, que ofrecen una alternativa de ocio y deporte para los adolescentes del municipio.
«La gente joven quiere practicar este deporte y se ha convertido en un reclamo, pero debemos conciliarlo también con el descanso de los vecinos»
Araceli de Moya, alcaldesa de Orpesa
«He visitado ya algunas posibles ubicaciones por la localidad y también he recibido propuestas de los jóvenes de dónde podría situarse, y ahora que tenemos incorporado el dinero de los remanentes intentaremos trasladarlo cuanto antes», según afirma De Moya. «Tenemos que terminar de decidir la ubicación definitiva, preparar el solar y encargar a la empresa que realice el traslado de los diferentes módulos, ya que es un trabajo que debería realizar personal especializado», indica.
«La gente joven quiere practicar este deporte, además se ha convertido en un reclamo también para aficionados de otros municipios próximos, pero la complejidad está en conciliarlo con el descanso de los vecinos», indica.
Defensor del pueblo
Los vecinos afectados por el ruido elevaron su queja al Síndic de Greuges, que instó al Ayuntamiento a tomar las medidas necesarias y, por este motivo, de forma temporal, se decidió cerrar las instalaciones hasta encontrar un nuevo emplazamiento.
Y es que, según explica De Moya, antes de llevar adelante este proyecto, que se ejecutó la legislatura pasada, se debería haber hecho un informe de impacto ambiental que no se realizó, al ser un tipo de instalación que genera ruido y existir viviendas próximas al recinto.
Este skatepark fue abierto hace cerca de dos años con una inversión de 86.000 euros, impulsado desde la Concejalía de Juventud junto a otra instalación deportiva con el objetivo de convertir ese espacio en un lugar de reunión al aire libre para los jóvenes.