Redacción // Oropesa del Mar
El Ayuntamiento de Oropesa del Mar, a través de la Concejalía de Cultura y en colaboración con la Fundación Caja Castellón, rinde homenaje este jueves, a las 19.00 horas en el salón de plenos del Ayuntamiento, al pintor oropesino Ramon Roig con la celebración de una exposición dedicada al trabajo y la trayectoria del artista local.
Bajo el título Ompli el buit, la muestra exhibe buena parte de los trabajos del artista local y repasa su trayectoria a través de sus numerosas pinturas que han viajado por medio mundo.
Así lo ha anunciado el concejal de área, Gonçal Tamborero, quien ha recalcado que con este acto «queremos realzar la figura de este artista, cuyo trabajo ha sido incomprendido en su propio municipio, para que no caiga en el olvido, pues se trata de la figura artística más importante que ha tenido Oropesa del Mar».
«Resulta fundamental rendirle homenaje y colaborar en la difusión de su legado artístico por parte de su pueblo», insiste Tamborero.
El acto se iniciará con una íntima conversación sobre el autor y su obra e incluirá la performance Seppuku, de Guillem Blanco, muy relacionada con la obra de Ramon Roig pues hace referencia a la cultura oriental, en concreto a la importancia de la estaciones y la transitoriedad del tiempo.
Trayectoria, influencias y exposiciones
El pintor Ramón Roig estudió en la Facultad de Bellas Artes Sant Jordi de Barcelona. Recibió la Beca Patrimoni Universitat de Barcelona, que adquiere una colección de sus dibujos y la pintura Navegació nocturna (1987).
Además, el artista también fue premiado, solo acabar sus estudios, en la VII Bienal de Barcelona y suele frecuentar el taller de Albert Porta Zush. Tiempo después, Roig instaló su estudio en el barrio del Born de Barcelona, participando activamente en la vida artística de la ciudad con numerosas exposiciones.
Sus trabajos, a principios de los noventa, evolucionan desde el neoexpresionismo a una figuración más depurada de carácter orgánico influenciado por la simbología hermética.
En 1990 expuso en la Moos Gallery de Toronto, adquiriendo sus cuadros importantes colecciones como las de Martha Jackson Foundation, Robert Mapplethorpe Foundation de Nueva York o la Art Gallery de Ontario.
En 1991, se traslada al Soho neoyorkino para preparar su primera exposición individual en esta ciudad. De vuelta a Barcelona, realiza exposiciones con éxito de crítica y ventas. En 1993 vuelve a Nueva York estableciéndose en Chelsea.
Entre 1994 y 2002 reside entre Barcelona y Vinaròs, pintando diferentes series influenciadas por la música y pintura del barroco europeo. Expone en varias galerías y fundaciones entre las que destacan la Galería Berini, la galería Fernando Alcolea y la Fundació Joan Miró Espai 13″.
En esta última etapa, abandonó los climas barrocos hacia una abstracción orgánica minimalista, depurando la forma y el espacio y trabajando con colores esenciales.