Una tortuga boba, que ha sido bautizada con el nombre de Francis, volvió al mar este sábado, en la playa Torre Bellver de Orpesa, tras haberse recuperado de una embolia gaseosa en el Arca del Mar del Oceanogràfic.
Numerosas personas asistieron a la suelta del animal, en una jornada medioambiental de voluntariado organizada por la Fundación Azul Marino, con motivo de la celebración del 45 aniversario del grupo scout San Francesc de Castellón.
El nombre de la tortuga fue propuesto precisamente por unanimidad de los scouts en honor a su grupo y es el número 833 de las recuperadas con la Fundación Oceanogràfic. Concretamente ésta fue capturada por error por unos pescadores en Peñíscola, que avisaron al 112, activando todo el protocolo.
La alcaldesa de Orpesa, Araceli De Moya, se encargó, junto a la concejala de Playas, Isabel Moya, de soltar la tortuga en esta playa natural, próxima al Centro de Interpretación del Mediterráneo, cuyas obras están en su fase final.
Se trata de una tortuga marina joven de la especie Caretta caretta, de unos 7,5 kg y una edad aproximada de entre 5 y 10 años. Según explicó Jorge Alegre, del Oceanogràfic, en los reptiles es más difícil identificar la edad, a diferencia de los mamíferos. Asimismo, indicó que este tipo de tortugas «pueden llegar a alcanzar hasta 70 kilos en estado adulto y son longevas, llegando a vivir unos 70 u 80 años».
Limpieza voluntarios
La jornada de voluntariado también sirvió para realizar una limpieza de basura en esta playa natural nudista, cercana a Platgetes y las calas y bosque de la Renegà. Gracias a esta acción, se lograron recoger más de 20 bolsas con unos 100 kilos de residuos.
Desde primera hora de la mañana unos 50 scouts junto con voluntarios de la Fundación Azul Marino empezaron con las labores de recogida de basura.
«Plásticos, litronas de cerveza, material de obra, macetas, alambres, papel higiénico, toallitas, pañales, restos de vasos, cristales y cigarrillos, en definitiva, un montón de elementos que se estaban degradando en nuestras playas y que, poco a poco, se van deshaciendo y generan esos famosos microplásticos, que son un peligro, tanto para la fauna por intoxicaciones como para nosotros mismos que queremos ir a la playa y andar descalzos y está lleno de cristales», según señaló Jaime Penadés, de la Fundación Azul Marino.
La presencia de cigarrillos es especialmente preocupante, teniendo en cuenta que son residuos tóxicos capaces de «contaminar más de 20 litros de agua y muy perjudiciales por la nicotina para los peces», añadió.
‘Tu mar’
Posteriormente, Penadés procedió a explicar a todos los asistentes la campaña informativa sobre arribazones que ha iniciado este año en el marco del proyecto Tu Mar, que impulsa conjuntamente con el Ayuntamiento de Orpesa.
Los arribazones son de vital importancia para la salud de los mares, puesto que son restos vegetales de posidonia que, de manera equivocada, son confundidos con basura.
Por su parte, la alcaldesa, Araceli De Moya, ha declarado estar «muy satisfecha de que en tan poco tiempo se hayan realizado ya varias sueltas de tortugas y que se vaya a convertir en algo habitual en las playas de Orpesa». «Es algo que hace que se relacione el litoral oropesino con el respeto al medioambiente y la protección de esta especie, y es un valor añadido para el municipio».
«Me alegra que cada vez se acerque más gente a ver la suelta, en este caso con un grupo de scouts, está muy bien porque es una manera de educar desde bien pequeños en estos valores de defensa de la naturaleza». La munícipe concluyó mostrando su agradecimiento a la Fundación Azul Marino por haber «puesto sus ojos en Orpesa para hacer esta suelta de animales».