Orpesa celebró este domingo su espectacular carrera de caballos y burros por la playa de la Concha, un acto único en la provincia que logró batir el récord de asistencia. Según fuentes municipales, cerca de 5.000 personas disfrutaron del evento, prácticamente el doble del año pasado, en un soleado domingo que llenó el arenal de familias y aficionados.
En esta ocasión participaron 11 burros y tres caballos, dos cruzados y un pura sangre, en distintas carreras de lo más entretenidas. La participación de caballos sí fue bastante menor respecto a años anteriores.
No obstante, los caballos llamaron la atención por la gran velocidad a la que cabalgaron por la arena más dura y próxima al agua, mientras los burros arrancaron las carcajadas del público con su particular carisma y más lentamente.
El jinete Roberto Porcar se proclamó ganador, con Caramelo; y César Sánchez quedó segundo, junto a Lucera. En la categoría de burros, Begoña Cuevas fue la vencedora, con Farruquito; Marta Buch, segunda, junto a Fundador; y Vicent Borràs, tercero, con su burro de nombre Rayo, todos hermanos de la misma familia. Al finalizar, las reinas de las fiestas, Naroa Espada y Paola Rueda, junto al concejal del área, David Juárez, hicieron entrega de los premios a los primeros clasificados.
El evento contó con la presencia de la alcaldesa, Araceli de Moya; el vicealcalde, Rafael Albert, concejales de la corporación municipal, así como el amplio ramillete de damas y festeros, que también se acercaron al acabar la carrera a ver a los animales de cerca, tocarlos y subirse sobre ellos.
«Ha sido el año que más público ha venido, más del doble que el año pasado, se han cumplido de sobra todas las expectativas, con una gran respuesta, en un día espectacular con muy buen tiempo, viéndoles correr por la arena, con el sol y el mar, se ha convertido en un atractivo turístico», según declaró De Moya. Como premios, se hizo entrega a los primeros de un jamón y una caja de vinos.
Por la mañana, también se celebró una misa en honor al patrón de los animales, en la iglesia de San Jaime, con la asistencia de las autoridades municipales, festeros y vecinos. Y, por la tarde, se desarrollaron los últimos actos de estas fiestas de Sant Antoni, con una nueva jornada de Bous al Ravalet, tras la sesión de la mañana. El sábado fue el día grande con el encendido de hogueras, la bendición de animales, el desfile y el reparto de las coquetas.