Redacción // Oropesa
El Grupo municipal de Compromís por Orpesa ha pedido al Ayuntamiento que informe a los vecinos y visitantes «de la prohibición de acceso de perros y vehículos en la playa de las Platgetes de Bellver, concretamente, en el tramo más septentrional, alrededor de la desembocadura del barranco de Bellver», ha explicado el concejal Josep Lluís Romero. El portavoz adjunto de Compromís en Orpesa ha manifestado que esta «es la única playa virgen con que cuenta nuestro término y, por tanto, no dispone del servicio de limpieza que tienen las otras». Por este motivo, Romero ha decidido hacer este ruego «con el objetivo de preservar este emblemático espacio».
Según Romero, «la protección debería hacerse con la instalación de carteles en el acceso peatonal paralelo al barranco de Bellver, y con la vigilancia de la Policía Local, si es necesario». Asimismo, en opinión del concejal de Compromís, se podrían aprovechar los carteles para insistir en que se mantenga limpio el paraje, «ya que por ser una playa no urbanizada no hay este servicio». Asimismo, Romero reclama que se haga una primera limpieza de la zona «para que no se cree un ‘efecto llamada’ y la gente continúe lanzando en ella residuos».
Según ha explicado el concejal, toda esta situación de abandono «está motivada por el aislamiento de esta playa respecto a las zonas urbanas, que es aprovechado, según indican los usuarios, por muchos propietarios de perros para usarla como playa canina, con las consiguientes molestias para el resto de turistas y el peligro para la salud pública que supone la presencia de numerosas defecaciones y micciones, que son invisibles en la arena y no pueden tampoco retirar los dueños». Romero también ha indicado que, según advirtió recientemente el Colegio de Veterinarios de Valencia, «los restos animales contaminan la arena con parásitos causantes de zoonosis en los humanos. Además, la prohibición de acceso de los perros a las playas de la localidad que establece la ordenanza municipal, también incluye esta playa y así debería constar en los accesos».
Por otra parte, recientemente el Ayuntamiento ha cerrado el paso a los vehículos que, aprovechando el acceso peatonal que se construyó desde la urbanización Portocala, invadían la playa y el bosque adyacente. «En cambio, sólo se ha cerrado el paso en la zona del bosque, mientras que la playa y el cauce del barranco siguen siendo accesibles a cualquier vehículo que use el acceso peatonal como puede observarse cada día, con la consiguiente degradación del entorno, tanto por el paso mismo de los vehículos como por los residuos que generan los ocupantes», ha concluido Romero.