Redacción // Oropesa
Los aledaños de la plaza de toros volvieron a llenarse de aficionados taurinos y veraneantes que quisieron vivir la última jornada de encierros al estilo oropesino. El primero de ellos se celebró bien temprano, a las 8.00 horas, y contó con la participación de numerosos jóvenes locales que aún no terminaron la fiesta y quisieron correr delante de las vacas.
“Ha sido un encierro muy divertido, sin cogidas graves, salvo algún que otro revolcón. El público estaba muy animado y se ha notado”, aseguró el concejal de Fiestas, Dimas Albert. Para el edil, “ha sido uno de los mejores encierros de las fiestas”.
Todos aquellos que a esa hora aún se encontraban durmiendo, reponiendo fuerzas para dar lo máximo en este último día de festejos, tuvieron una última oportunidad en el encierro de las 13.00 horas. Como viene siendo habitual, los organizadores colocaron el toldo y, después de disparar los tres cohetes, las reses salieron del corral a la carrera, dándose la vuelta en la lona instalada y, más tarde, se dirigieron hasta la plaza de toros, donde el público ha podido disfrutar de la prueba de toros y vaquillas de la ganadería Fernando Mansilla.
Cabe destacar que los actos más multitudinarios de estas fiestas han sido la desencajonada del toro cerril, el Gran Prix –evento que se ha recuperado después de tres años– y el encierro infantil, “que tuvo mucha más afluencia de gente que el pasado año porque decidimos cambiarlo a la tarde”, asegura Albert. La mayoría de estos actos volverán a instalarse en Oropesa del Mar el próximo mes de octubre, con motivo de las fiestas en honor a la patrona de la localidad, la Virgen de la Paciencia.