Redacción // Oropesa
Oropesa del Mar vivió, este jueves pasado, la tercera jornada de sus fiestas en honor a San Jaime. La tarde estuvo marcada por los actos taurinos. Cientos de vecinos y visitantes se reunieron en la plaza de toros para asistir a la primera exhibición de toros y vaquillas, donde los más valientes demostraron su pericia ante los astados.
Las reses de la ganadería Miguel Parejo brindaron un gran espectáculo al público durante más de dos horas y, tras este, tuvo lugar la suelta de astados de la ganadería Alberto Garrido.
Pero antes, la reina de las fiestas, Lucía Rodríguez, junto a sus tres damas –todas ellas vestidas con el tradicional traje campero– partieron en comitiva desde el Ayuntamiento del municipio, junto al alcalde, Rafael Albert, el concejal de Fiestas, Dimas Albert, y una amplia representación de la corporación municipal.
La noche tuvo un gran protagonista. De nuevo, la plaza de toros –que esta semana se convierte en el epicentro de la fiesta– acogió el esperado Gran Prix, “que después de tres años hemos recuperado y que ha obtenido un notable éxito”, ha destacado el edil de Fiestas.
La plaza, llena hasta los topes, vivió una velada de lo más divertida en la que dos equipos se enfrentaron a todo tipo de desafíos mientras intentaban esquivar a las vaquillas. Obstáculos, puntería, precisión y velocidad fueron algunas de las pruebas que se realizaron. No faltaron las risas y los aplausos de un público entregado que afronta ya el ecuador de los festejos.