Bajo la superficie del mar entre Orpesa y Benicàssim se esconde un tesoro natural de incalculable valor: las praderas submarinas de posidonia. Este ecosistema vital del Mediterráneo cuenta ahora con una herramienta clave para su protección. Gracias al Projecte Posidònia, este tramo de la costa castellonense ha sido incluido en la mayor red de conservación marina del Mediterráneo occidental, con un total de 4.500 hectáreas digitalizadas.
El proyecto, impulsado por la Fundación Oceanogràfic y la Ciutat de les Arts i les Ciències (CACSA), ha convertido complejos datos científicos en una aplicación móvil gratuita que guía a los navegantes para que puedan fondear sin perjudicar la biodiversidad. Disponible para dispositivos Android e iOS, esta app muestra en tiempo real las zonas donde se concentran las fanerógamas marinas, como Posidonia oceanica y Cymodocea nodosa.

El litoral digitalizado para preservar la biodiversidad
La cartografía desarrollada entre Orpesa y Benicàssim abarca 15 kilómetros cuadrados de Cymodocea y nueve de posidonia. Estas áreas presentan diferentes estados de conservación: algunas se encuentran en buen estado, mientras que otras sufren regresión. El objetivo es fomentar prácticas responsables y establecer medidas eficaces de gestión y protección.

La presentación oficial del nuevo mapeado tuvo lugar en Orpesa, en un acto celebrado en el Bosque de Masía Bellver y organizado por la Fundación Azul Marino. Asistieron el conseller de Medio Ambiente, Vicente Martínez Mus, así como representantes de la Generalitat, el alcalde, Rafael Albert, y miembros de la Fundación Oceanogràfic.
Un proyecto que une ciencia, tecnología y educación
Con la incorporación del LIC Orpesa–Benicàssim, la provincia de Castellón se suma a una red de más de 300.000 hectáreas cartografiadas en todo el Mediterráneo occidental. Pero el Projecte Posidònia va más allá de la tecnología. Desde su inicio en 2022, también apuesta por la educación ambiental a través de talleres escolares, materiales divulgativos y actividades dirigidas a sensibilizar a la población más joven.
El lema es claro: acercar la ciencia a la ciudadanía para que cada persona que utilice esta herramienta digital se convierta en una aliada en la protección del medio marino. Porque preservar lo invisible empieza por hacerlo visible.












