Eva Bellido // Oropesa
Orpesa encara la recta final del plan de accesibilidad, que se inició hace varios años y que eliminará las barreras arquitectónicas de las calles para las personas con movilidad reducida.
Los trabajos de la nueva fase arrancaron hace unos días y contemplan, en esta ocasión, la adecuación de las aceras del paseo de la Concha, avenida del Faro y del Mar en las partes que no están adaptadas, según informó la alcaldesa y concejala del área de Urbanismo, María Jiménez.
Las obras salieron a licitación pública y fueron adjudicadas a la empresa Latra S.L. por un importe de 179.711,04 euros, según indicó la munícipe. También apuntó que se prevé que el plazo de ejecución sea de «unos cuatro meses», por lo que según esta estimación, en abril podría estar concluida la intervención.
La primera edila explicó que las tareas se financiarán con una inversión del Plan 135 de la Diputación de Castellón del 2019, ya que se solicitó una prórroga.
La actuación forma parte del proyecto de accesibilidad que ejecuta el consistorio los últimos años, el cual tiene como objetivo mejorar el acceso por todas las calles de la localidad costera de forma paulatina.
Ya se han desarrollado varias fases en gran parte del municipio y estipulan una próxima que contemplaría la mejora en otros viales que todavía están pendientes, según señalaron fuentes municipales. «Se interviene por zonas, ante la necesidad de ir adaptando poco a poco todo el casco urbano», tal como precisaron.
La próxima remodelación, avanzó la alcaldesa, se centrará en la adecuación de la accesibilidad de las calles de las urbanizaciones Porto Cala y Torre Bellver.
En los últimos años se han ejecutado estas labores en numerosos viales de la localidad, tanto del casco urbano como del área de las playas, con el objetivo de conseguir una ciudad adaptada a la normativa estatal y autonómica vigente.
El planeamiento consiste en la eliminación de los bordillos antiguos y la colocación de unos nuevos, con pendientes y dimensiones adecuadas, para mejorar el día a día de las personas con movilidad reducida.
Además, también se incrementa el ancho de las aceras para evitar los aparcamientos en las intersecciones y un pintado de los pasos para peatones y los vados accesibles.