URBANISMO Mejoras
La Conselleria revisará toda la señalización de la Vía Verde por seguridad
E. BELLIDO // ORPESA
La Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio revisará toda la señalización de la Vía Verde del Mar con el objetivo de aumentar la seguridad. Así lo aseguraron ayer a este periódico fuentes de esta institución, que se mostraron conocedoras de algunas de las reclamaciones que presentan usuarios de la senda, como es la de mejorar la señalítica para informar sobre la delimitación de los carriles para ciclistas y peatones, lo que suele causar conflictos y puede propiciar accidentes. Y es que sigue siendo frecuente el mal uso de los carriles, viendo, en numerosas ocasiones, cómo viandantes ocupan el camino asfaltado de los ciclistas para realizar sus paseos.
Por otro lado, “también nos han trasladado que las bicicletas van a una velocidad que no es la que corresponde, por lo que se ha planteado revisarlo para reforzar la seguridad, sobre todo, de los peatones”, explicaron. Por esta exitosa senda transitan tanto niños, como jóvenes y familias, vecinos, turistas nacionales, extranjeros… que comparten camino con deportistas, que practican running y ciclismo.
Desde este departamento de la Generalitat afirmaron que el mantenimiento de esta vía especial se intenta llevar a cabo “al máximo”, dado el gran número de usuarios que la utilizan y el éxito que tiene. De momento, no se plantean una ampliación del camino o de alguno de sus carriles, pero indican que la Conselleria “está abierta a todas las iniciativas que presente el Ayuntamiento”. Recuerdan que ya se están iniciando las reuniones con los alcaldes de los municipios, en las que se pueden “estudiar y ver para un futuro posibles mejoras”.
La Vía Verde se construyó con una inversión de 1,3 millones de euros del gobierno central, a través del Ministerio de Fomento, para convertir el antiguo trazado del ferrocarril entre Benicàssim y Orpesa en una privilegiada senda que transcurre en sus seis kilómetros junto a la costa y llamativos acantilados y edificaciones históricas, como las torres vigías que prevenían los ataques de los piratas berberiscos desde el siglo XVI al XIX.