SUCESOS Ahogamientos
Negro comienzo del verano con un bañista portugués ahogado
E. BELLIDO // OROPESA
El verano no podía empezar peor. Un bañista portugués, de 47 años de edad, perdía la vida, este sábado, ahogado en la playa Les Amplàries de Orpesa, en el puesto conocido como l’Infern –por el nombre de la calle más próxima–, en torno a las 11.00 horas. J.M.A.L. se convertía así en la primera víctima de la costa de la provincia justo al inicio de la temporada estival.
Una mujer avisó a los socorristas de la existencia de un hombre en el agua a las 10.55 horas, cuando estos comenzaban el servicio y se encontraban subiendo la bandera. Uno de ellos entró en su rescate, recibiendo también el apoyo de otros y procediendo a la correspondiente reanimación cardiopulmonar, “puesto que el afectado ni respiraba ni tenía pulso”, según explicó un responsable del servicio de salvamento. Además, “tenía muy hinchada la barriga”, según indicaron las mismas fuentes, por lo que es posible que llevara ya minutos así en el mar. Tras un largo intento de reanimación sin éxito, el médico del SAMU decretó el fallecimiento de la víctima, que fue tapada con la manta térmica hasta que el juez dictaminó el levantamiento del cadáver y fue trasladado en el furgón funerario.
Trágico inicio del verano para Orpesa, la provincia, pero sobre todo para la esposa y el sobrino del fallecido que pasaban junto a este las vacaciones en el municipio y que se acercaron consternados hasta el lugar de los hechos, donde se creó gran expectación.
En cuanto a las causas, desde el servicio de socorrismo también indicaron que la víctima padecía del corazón y “llevaba un marcapasos”, según les trasladó su mujer, por lo que algún tipo de problema cardiaco mientras este se bañaba podría ser la razón.
Además, este no fue el único rescate del día. Los socorristas ayudaron a otra bañista –una turista, procedente de Madrid y de 63 años– a salir del agua a raíz de las dificultades que sufría por las fuertes corrientes del agua en torno a las 15.00 horas del sábado y que, afortunadamente, resultó ilesa. Solo en los últimos cinco años una treintena de personas han fallecido en las playas de Castellón, según el Centro de Coordinación de Emergencias de la Comunitat